La chica emprendedora y el diseñador
En un pequeño rincón de la ciudad, vivía una mujer emprendedora con grandes sueños, pero conoció a un diseñador muy malvado…
Como parte de su ambiciosa visión, decidió confiar en un diseñador talentoso para ayudarla a registrar su marca. Pero este diseñador, conocido por su habilidad, pero también por su avaricia, se aprovechó de su ingenuidad.
La mujer invirtió una gran suma de dinero en el diseñador y, con gran entusiasmo, le confió la tarea de registrar su marca. No escatimó gastos, creyendo que estaba asegurando su futuro. Sin embargo, lo que ella no sabía era que el diseñador estaba más interesado en sus propios beneficios que en el éxito de su clienta.
El diseñador, movido por la codicia, hizo un registro incorrecto de la marca y se marchó, dejando a la mujer en la oscuridad…
Ella, ajena al error y con la falsa sensación de seguridad y creyendo que su marca estaba debidamente protegida. Pronto se dio cuenta de que algo andaba mal cuando la llamaban para contratar sus servicios, ella no era lo que estaban solicitando.
Desesperada y confundida, la mujer descubrió que otra persona había registrado correctamente la marca, dejándola sin opciones legales. En ese momento, supo que su único camino era empezar de cero, con un nuevo nombre para alcanzar sus sueños en un mundo donde la traición y la ambición habían amenazado con aplastar su negocio.