Hoy, en el Día del Niño, te contamos la historia de Katharina Weischede, una niña de 12 años de Nueva Zelanda que nos demuestra que la convicción, el conocimiento y la determinación pueden ser más poderosos que cualquier presupuesto millonario.
Su caso, que le dio la vuelta al mundo, es una verdadera lección sobre la importancia de registrar una marca y tener el valor de defenderla.
De slime casero a identidad de marca
A Katharina le encantaba crear, vender y compartir su slime en ferias locales y redes sociales. Con una visión emprendedora, decidió formalizar su idea y registrar el nombre de su marca para proteger su identidad y evitar posibles conflictos en el futuro. Un movimiento inteligente… y muy necesario.
Lo que nadie esperaba es que una empresa tan poderosa como ViacomCBS (Nickelodeon ®️), conocida por su uso del slime como símbolo de marca en eventos como los Kids’ Choice Awards, interpusiera una oposición legal al intento de registro de Katharina. La compañía argumentaba que el nombre “Slime Princess” (nombre de la marca de Katharina) podría confundirse con sus propias marcas relacionadas con el slime.
Este tipo de conflictos no son poco comunes en el mundo de la propiedad intelectual. Pero en este caso, muchos se sorprendieron por el hecho de que una gran empresa apuntara contra una joven emprendedora local.
La comunidad como escudo
Lejos de intimidarse, Katharina, con el apoyo de su madre, emprendió una campaña para defender su derecho a usar su marca. Lanzaron una recaudación de fondos en Givealittle (empresa de financiación en línea en nueva Zelanda, similar a Kickstarter o GOFundMe ), donde lograron reunir más de $10,000 dólares neozelandeses, y sumaron más de 1,000 firmas en una petición que llamó la atención de los medios y de la comunidad local.
La historia se viralizó, y lo que parecía una batalla perdida se convirtió en una oportunidad para hablar de derechos, creatividad y justicia.
Una resolución inesperada y esperanzadora
Después de más de un año de procesos legales, Nickelodeon®️ decidió retirar su oposición, permitiéndole a Katharina obtener el registro de su marca “Slime Princess”. En un gesto de cortesía, la empresa incluso le deseó éxito en su camino como joven empresaria.
Katharina se convirtió no solo en un símbolo de la lucha por los derechos de marca, sino también en un modelo a seguir para otros niños, jóvenes y emprendedores que buscan proteger su trabajo y su identidad comercial.
¿QUÉ PODEMOS APRENDER DE ESTA HISTORIA?
- Registrar tu marca es clave: Incluso un pequeño negocio necesita proteger legalmente su nombre e identidad visual.
- Sí se puede enfrentar a los grandes: Con una marca bien registrada y argumentos sólidos, se puede defender lo justo, sin importar el tamaño de la empresa.
- La comunidad importa: El apoyo colectivo puede marcar la diferencia en momentos cruciales.
- La edad no define tu capacidad: A los 12 años, Katharina ya entendía el valor de su marca y luchó por ella.
Esta historia nos recuerda que la protección de una marca no es un lujo, sino una necesidad para cualquier proyecto. Registrar tu marca puede evitarte grandes problemas en el futuro y abrirte las puertas para crecer, incluso internacionalmente.
No importa si estás empezando con un hobby o si ya tienes una empresa en marcha — tu nombre, tu logo y tu identidad merecen ser protegidos.
En Trademark Lovers nos preocupamos por tu bienestar, tu crecimiento y la protección de lo que más valoras: «TU MARCA». Estamos aquí para acompañarte desde la idea hasta el registro, porque creemos que todo proyecto merece empezar con bases sólidas.
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FUENTES:
12-year-old Slime Princess wins her battle with Nickelodeon over trademark – NZ Herald
Kiwi 12-year-old’s fight with Nickelodeon to be ‘Slime Princess’ – NZ Herald
